Disgrafía
“Trastorno de la capacidad o la facultad de escribir.”
¿Qué es?
El Trastorno de la expresión escrita se caracteriza, pues, por destrezas de escritura claramente inferiores al nivel que cabría esperar por la edad, capacidad intelectual y nivel educativo de la persona, determinados mediante la aplicación de los test normalizados correspondientes.
¿Cómo detectar la disgrafía?

A) Las habilidades para escribir, evaluadas mediante pruebas normalizadas administradas individualmente (o evaluaciones funcionales de las habilidades para escribir), se sitúan sustancialmente por debajo de las esperadas dados la edad cronológica del sujeto, su cociente intelectual y la escolaridad propia de su edad.
B) El trastorno del criterio A interfiere significativamente el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana que requieren la realización de textos escritos (p.e., escribir frases gramaticalmente correctas y párrafos organizados).
C) Si hay un déficit sensorial, las dificultades en la capacidad para escribir exceden de las asociadas habitualmente a él.
Consecuencias:
- Como ocurre con la lectura, la escritura es una competencia básica, por lo que, al no poder realizarla correctamente, estos niños pueden sufrir un descenso significativo en el ritmo de aprendizaje respecto a la media de la clase. Además, su capacidad de comunicación con los profesores y de resolución de los ejercicios y actividades académicas diarias queda seriamente mermada al no poder expresarse adecuadamente a nivel escrito.
- Por otro lado, el niño se fatiga mucho más que el resto de la clase, puesto que escribir supone un gran sobre esfuerzo para él. lo que le conduce a falta de atención e imposibilidad de seguir el ritmo escolar.
- El cansancio y la frustración por no poder controlar el tamaño de las letras, algo que resulta muy sencillo para la mayoría de sus compañeros, suele provocar en el niño una consecuencia aún más negativa: frustración por no poder seguir los requerimientos de la clase en el ámbito de la escritura que puede desembocar en un creciente desinterés y rechazo por los estudios.
Tratamiento de la disgrafía:
- Al ser un trastorno que se da en la infancia, es necesario intervenir en ella cuanto antes para que sus efectos negativos no se acumulen haciendo que el niño o niña quede en una situación de vulnerabilidad en su trayectoria de aprendizaje. El objetivo de estas iniciativas será compensar esa situación de desventaja a través de un esfuerzo extra para escribir bien que debe ser canalizado a través de las técnicas de aprendizaje y entrenamiento adecuadas, para no producir agotamiento y frustración.
- La principal técnica de intervención es el encadenamiento, es decir, el perfeccionamiento de habilidades específicas que poco a poco van convirtiéndose en algo más sofisticado y que puede ser integrado en aprendizajes anteriores.
- Por otro lado, esta forma de entrenamiento y aprendizaje (que debe ser guiada por un especialista) debe ser acompañada por intervenciones dirigidas a lidiar con los problemas de creencias, expectativas y autoestima que suelen ir de la mano de la disgrafía.