Dificultades para resolver conflictos interpersonales
“Los conflictos son inevitables en las relaciones con los demás, y por tanto, lo mejor es aceptar su existencia como algo normal y aprender a manejarlos de forma constructiva.”
¿Qué es?
El conflicto interpersonal es una situación de desacuerdo, entre dos o más personas, en la que cada una de las partes tiene intereses o posiciones contrapuestas. Son muy frecuentes, incluso con las personas que mejor nos llevamos.
¿Cómo detectar los problemas interpersonales?

Cuando ocurre un conflicto de intereses, podemos asumir una postura flexible y abierta al diálogo o, al contrario, podemos parapetarnos detrás de nuestras creencias y profundizar aún más la brecha hasta que sea insalvable.
En otras ocasiones los problemas en las relaciones interpersonales se crean debido a los estereotipos, creencias erróneas y sesgos cognitivos.
Otro problema que suele afectar profundamente las relaciones interpersonales, ya sea en la comunicación entre familiares, amigos o en la pareja consiste en utilizar un estilo comunicativo indirecto. tensión y un malestar que aumentan paulatinamente.
Consecuencias:
Los conflictos para resolver problemas interpersonales tienen consecuencias tanto para nosotros mismo como para las personas con las que nos relacionamos:
- Pérdida de confianza: es una de las consecuencias más graves. Cuando la personas se sienten heridas, pueden empezar a desconfiar de las personas, adoptando una actitud distante.
- Sentimientos de culpabilidad: se desencadenan pensamientos y emociones negativas que hacen que pongamos en duda nuestra valía como personas.
- Cuadros depresivos o de ansiedad: cuando el problema es grave puede desembocar en ataques de pánico.
- Sentimientos de ira: cuando reaccionamos con violencia dejamos crecer la ira y el rencor entre nosotros. Reprimir esas emociones es muy dañino pero echarlas sobre los demás es aún peor.
Tratamiento de los problemas interpersonales:
La mejor manera de resolver los conflictos interpersonales es manteniendo actitudes asertivas.
Recordamos que la asertividad se define como la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás, si no, negociando con ellos su cumplimiento.
El tratamiento psicológico, por lo tanto, irá dirigido a conseguir una conducta asertiva y entrenar en los pasos para una resolución de problemas adecuada:
- Reconocer cuándo existe un problema.
- Definir el problema expresándolo verbalmente.
- Identificar los sentimientos propios asociados al problema.
- Separar hechos de opiniones.
- Recoger toda la información necesaria sobre el problema.
- Pensar en todas las posibles soluciones.
- Tomar en consideración todas las posibles consecuencias de las diversas soluciones.
- Decidir cuál es la mejor solución y ponerla en práctica.