Control de la Ira
“La ira es una emoción que puede ser positiva o negativa dependiendo de si sabemos o no manejarla. Desde Personaliza recomendamos ponerse en contacto con psicólogos profesionales antes de sufrir las consecuencias negativas de la misma.”
¿Qué es?
La ira es una emoción que pertenece a las cinco emociones básicas del ser humano. Es una emoción positiva y necesaria para la supervivencia que nos puede hacer salir airosos de situaciones comprometidas.
Aún con todos los rasgos positivos que tiene la ira, es imprescindible saber manejarla para que sea útil. Cuando ésta nos desborda, produce consecuencias negativas para el bienestar de uno mismo y de los que están a su alrededor.
¿Cómo manejar correctamente la ira?
La ira no es una emoción que surja de repente sin poder hacer nada. Comienza con unos niveles bajos de malestar y poco a poco va aumentando hasta que, si no sabes cómo controlarla, estalla de forma explosiva.
La ira asciende en cuatro fases: suceso negativo, pensamiento en caliente, ira excesiva y conductas violentas. El suceso negativo en sí no es lo que hace que la ira se descontrole, sino la interpretación del suceso que realizamos. Esa fase es la de pensamiento en caliente, en la que nos decimos a nosotros mismos mensajes que alimentan la ira y hace que nos enfademos más. Va asociado a sensaciones corporales que, aunque varían de persona a persona, básicamente es cuando el resto de personas nota que estamos enfadados. La ira excesiva se ocurre momentos antes de que se produzcan comportamientos realmente violentos. Una conducta violenta no es solamente llegar a tener un contacto físico, son todas aquellas acciones en las que la otra persona se siente agredida (insultos, gestos excesivamente grandes, tono de voz elevado…).
Consecuencias:
Un mal manejo de la ira puede desencadenar en:
- Ansiedad generalizada.
- Depresión.
- Aislamiento.
- Problemas personales.
- Problemas cardíacos.
- Hipertensión
- Frustración.
Tratamiento de la ira:
La ira puede ser positiva o negativa dependiendo de cómo la manejemos. Es por ese manejo negativo de la ira por el que hay que ponerse en manos de un profesional que nos ayude a saber cómo hacerlo para no sufrir las consecuencias negativas de la misma.
Un psicólogo puede hacer controlar la ira mediante técnicas de modificación de conducta. Básicamente lo que se debe hacer es modificar el pensamiento en caliente para que sea menos negativo/ frustrante y cambiarlo por otro más adaptativo.