Ataques de Pánico
“Los síntomas físicos y cognitivos del trastorno son los mismos que en adultos.”
¿Qué es?

El ataque de pánico es una reacción de ansiedad acompañada de expresiones fisiológicas y cognitivas cuya duración es variable, y que transcurre con sensación de peligro inminente o de desmayo, lo que lleva a la urgencia de una búsqueda de escape.
Los ataques tienen un inicio brusco y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos.
Este intenso período de miedo provoca una larga lista de síntomas entre los que se hacen presentes palpitaciones, transpiración, temblores, falta de aire, ahogo, sensación de desmayo, dolor de pecho, náuseas o dolores abdominales, mareo, temor a perder el control o a perder la cordura, miedo a morir, despersonalización, parestesias, escalofríos o sofocos.
Cómo es un ataque de pánico:
Durante el ataque de pánico, que suele durar unos minutos, los niños experimentan una serie de alteraciones fisiológicas muy intensas como por ejemplo: aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, temblores, dificultad respiratoria, nauseas, mareos, escalofríos o entumecimiento de manos y pies.
A estas sensaciones físicas le acompañan una sensación irracional de miedo a morir causando gran malestar en el niño y una lógica angustia en los padres.
Síntomas de los ataques de pánico:
- Terror intenso con sensaciones de que algo terrible va a ocurrir.
- Taquicardia o palpitaciones rápidas del corazón con elevación de la frecuencia cardíaca.
- Mareos, nauseas, vértigo o sensación de inestabilidad.
- Inestabilidad, mareo o desmayo.
- Dificultad para respirar.
- Sofoco, transpiración o escalofrío.
- Sensación de ahogo o falta de aliento.
- Falta de aliento o el sentirse sofocado.
- Temblores o sacudidas.
- Sensación de irrealidad.
- Sensación de atragantarse.
- Opresión o malestar en el tórax.
- Náuseas o molestias abdominales.
- Cosquilleo o entumecimiento en las manos.
- Sensación de estar soñando o deformación de percepción.
- Terror, sentir que algo horrible va a pasar y que no puede uno evitarlo.
- Miedo a morir, miedo de perder el control y hacer algo que le cause a uno vergüenza o de volverse loco.
Tratamiento:
Si no se encuentra una enfermedad o condición física que cause los síntomas, se debe llevar al niño o al joven adolescente a la consulta con un psicólogo para que se le haga una evaluación.
Desde Personalia ponemos a su disposición este servicio. Implementamos diferentes técnicas que enseñamos a los niños, jóvenes o adolescentes tales como relajación, terapia cognitiva, psicoterapia, psicoeducación, hipnosis… con el objetivo de que puedan aprender nuevas formas de controlar la ansiedad o los ataques de pánicos cuando les suceda.
Con un tratamiento oportuno puede prevenir complicaciones colaterales, tales como la agorafobia, la depresión y el abuso de substancias.