Aprender a Estudiar. Técnicas de Estudio
“No sólo es importante cuánto estudias, sino cómo estudias.”
¿Qué es?
Es una herramienta para facilitar el estudio y mejorar sus logros. Los especialistas afirman que la técnica de estudio requiere de una actitud activa, donde quien estudia asuma su protagonismo y supere la pasividad.
Condiciones para un óptimo aprendizaje:

- Deseo de aprender de forma libre y voluntaria.
- Motivación para aprender e interés por un objetivo final al que se quiere llegar.
- Capacidad para afrontar los problemas y solucionarlos.
- Apoyo de los padres. Si el niño vive en un ambiente familiar que le aporta armonía, estabilidad y crean un clima positivo hacia el estudio, lo integrará con naturalidad en su día a día y su rendimiento escolar será mayor.
- Detección temprana de dificultades de aprendizaje, desarrollo, emocionales y comportamentales, para tratarlas cuanto antes y evitar que obstaculicen el aprendizaje y bienestar del niño.
- Escuela. Los profesores también ejercen un papel activo para que el estudio se muestre interesante a los ojos del niño a través de los métodos didácticos que emplea en sus clases, su formación académica y pedagógica, el tipo de relación que fomente y desarrolle con sus alumnos/as, el clima escolar en general, etc.
- Métodos y técnicas de estudio que ayuden a sistematizar los conocimientos y optimizar el tiempo.
Abordaje de las técnicas de estudio:
Prelectura. Se trata de que el alumno se anticipe a la lección y que, cuando el profesor explique el tema en clase, él ya se lo haya leído y sepa de qué está hablando.
Lectura comprensiva. La mayoría de los estudiantes utiliza sólo esta técnica: leer el temario, varias veces si es necesario, y tratar de entenderlo y memorizarlo.
Subrayar. El paso siguiente es el análisis. “Subrayar las ideas principales y las secundarias (con diferentes colores). Sólo una palabra, no toda la línea», explica.
Hacer resúmenes. Es el momento de sintetizar: resumir de la forma más breve posible, pero teniendo cuidado de no dejar nada importante fuera. Hay que emplear nuestras propias palabras para que sea más sencillo de recordar, a la vez que se repasa mientras se escribe.
Hacer esquemas. Son otra forma de sintetizar. Resulta más sencillo organizar las ideas si se representan jerárquicamente, destacando las ideas principales y secundarias mediante flechas o similares.
Reglas mnemotécnicas. Muy útiles para recordar nombres, fechas o conjuntos, relacionando conceptos mediante palabras clave o siglas.
Repaso. Según los expertos, es necesario repasar lo estudiado con la ayuda de los resúmenes y los esquemas, ya que, «si no se hace, a las 24 horas se habrá olvidado todo».
Autoevaluación. El último paso que se propone para estudiar un tema es hacer exámenes simulados u orales y tarjetas con preguntas y respuestas.
Organización. Para que estas técnicas de estudio tengan éxito, es necesario distribuir el tiempo correctamente, preparar un calendario de estudio y evitar estudiar los días previos al examen.